Capítulo 30 - Resumen y poemas de El Sultán
Resumen del Capítulo 30
Conflictos con Qalandar Shah y búsqueda de justicia
Luego, la narrativa se centra en una discusión sobre la justicia y las consecuencias de errores pasados. Se menciona la situación de los turcomanos que desean principados y soldados que anhelan regresar a sus feudos. Hay una crítica a la falta de castigo en el pasado para ciertos actos que ahora están causando problemas, y se asegura que esta vez la justicia no se retrasará.
A continuación, se introduce a un prisionero llamado Federico, quien se identifica como príncipe y explica su situación de captura y su misión de salvar a la princesa Elizabeth. Este diálogo revela la intrincada red de alianzas y enemistades en la trama.
El capítulo también incluye un intercambio sobre la salud de un niño, con personajes mostrando preocupación y brindando apoyo a una figura maternal, posiblemente una sultana.
En general, el capítulo trata sobre los conflictos de poder, la justicia y las responsabilidades heredadas del pasado, así como las relaciones personales y políticas entre los personajes. Los diálogos profundizan en los motivos y las emociones de los personajes, estableciendo un tono de intriga y tensión.
Poemas recitados en este capítulo
Aléjate de la arrogancia
debes agradecerle a Allah cada victoria
agradécelo
nunca te sientas grande
porque la grandeza es un atributo de Allah
No sientas que eres superior
no seas insolente ni tirano
sé humilde, piadoso, frente a Allah
sé fiel a tu gente, al pensamiento
y a la victoria.
SULTÁN:
Hurrém, pero qué belleza
tus ojos resplandecen
HÜRREM:
Acaso brillan más que las joyas que
HÜRREM:
Acaso brillan más que las joyas que
usted me regala, respóndame
No me responde.
Usted me ama, ¿verdad?
SULTÁN:
¿Y esa pregunta?
¿Aún tienes dudas?
HÜRREM:
Dígaselo a mis oídos
una vez por favor
SULTÁN:
Escucha...
HÜRREM:
Su majestad,
su alma solo puede hallar la paz en mí
solo yo soy capaz de curar sus heridas
Así lo siento.
No me responde.
Usted me ama, ¿verdad?
SULTÁN:
¿Y esa pregunta?
¿Aún tienes dudas?
HÜRREM:
Dígaselo a mis oídos
una vez por favor
SULTÁN:
Escucha...
HÜRREM:
Su majestad,
su alma solo puede hallar la paz en mí
solo yo soy capaz de curar sus heridas
Así lo siento.
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